Desgarradores Llantos Celestiales

Lluvia ácida, un problema que nos afecta desde los años 80, e incluso un poco antes. Probablemente hayas escuchado hablar de este fenómeno, ya que en la actualidad se ha vuelto común en aquellos países que generan mayores emisiones de gases invernadero. Lamentablemente, la situación actual de estos países se extenderá por todo el mundo, ya que la contaminación ha alcanzado un punto en el que las lluvias ácidas serán definitivamente un problema para la sociedad futura.

Es por eso que es crucial comprender mejor qué es la lluvia ácida, cómo se forma y qué podemos hacer para prevenirla. Tal vez así podamos reducir la frecuencia de estas lluvias ácidas en el futuro y, con suerte y esfuerzo de todos, erradicarlas por completo, logrando así un ambiente más saludable, no para nosotros, sino para aquellos habitantes futuros.

¿Qué es y cómo se forma la lluvia ácida?

El término "lluvia ácida" hace referencia al fenómeno que se produce cuando la humedad del aire se combina con diversos gases contaminantes, generando diversos tipos de ácidos que, finalmente, caen a la tierra con las precipitaciones. Como consecuencia de la corrosividad de estos ácidos, tanto el material orgánico como inorgánico se ve afectado, ya que los elevados niveles de pH resultan perjudiciales para estos elementos.

Pero, ¿cómo se produce la combinación de estos gases con la humedad? Todo comienza con la contaminación generada por diversos emisores de gases de efecto invernadero, los cuales emiten dióxido de azufre (SO₂), óxido de nitrógeno (NO) y dióxido de nitrógeno (NO₂). Estos gases atraviesan un proceso de oxidación-reducción facilitado por radicales naturales, siendo un ejemplo de estos el hidroxilo.

Una vez que los gases se combinan con el hidrógeno presente en la atmósfera, y tras los procesos de oxidación y reducción, se forman diversos ácidos. Estos ácidos, finalmente, descienden hacia la tierra en forma de precipitación, ocasionando estragos debido a su corrosividad.

¿Por qué presentan un peligro para el ecosistema?

La lluvia común generalmente tiene un pH de alrededor de 5.6. Pues aunque, en esencia, consiste principalmente en H₂O, su acidez se ve afectada por la presencia de CO₂, lo que resulta en un nivel relativamente bajo de acidez. No obstante, cuando se expone a los gases mencionados anteriormente y se forma la lluvia ácida, los niveles de pH varían entre 3 y 5, volviéndose extremadamente corrosiva. De hecho, la lluvia ácida puede ser hasta 10 veces más perjudicial que la lluvia normal.

Estos niveles de acidez no solo provocan daños en los tejidos orgánicos de diversas especies, sino que también representan una amenaza para las plantaciones. Un alto nivel de acidez en el agua de lluvia puede tener un impacto significativo en la tierra fértil, aumentando sus niveles de acidez hasta el punto de volverla completamente infértil. Este efecto adverso puede afectar a comunidades y empresas de manera masiva.

¿Cómo podemos acabar con esta problemática?

Voy a presentarte 3 posibles cambios que podríamos hacer para cambiar la situación actual:

Reducir la contaminación, siempre hay que recordar que el inicio de todos los problemas ambientales es la contaminación que causamos, no solo con el tema de la basura, sino también otro tipo de desechos, como los industriales.
Utilizar fuentes de energías más limpias y renovables, como la nuclear, la cual es la que menos impacto ambiental tiene.
Empezar a utilizar vehículos más limpios, como autos eléctricos, bicicletas, monopatines, incluso caminar, también se puede optar por el uso de transporte público.

Aunque estos cambios suenen obvios, hay que recordar que la razón de la lluvia ácida son los gases causados por la contaminación.

La vida en el planeta